Bucear en el metro sintiendo vibrar los andenes mientras retumba en tus oídos otra canción de ese poeta con sonido a Rock.
Bucear entre sus gentes, tantas.
Entre sus vidas, diversas.
Y descubrir un inmenso arrecife de mortales…
Peces grandes, gordos, pequeños…
Pezqueñines, alevines, erizos, mantas y algún que otro pulpo escondido…
Aunque con las manos largas.
¡Cómo me gusta este mar!